Aristas, de Mariela Ortiz.

Aristas, Mariela Ortiz.
Aristas, Mariela Ortiz.

El pasado 11 de Octubre se llevó a cabo la inauguración de la exposición “Aristas”, de la artista plástica Mariela Ortiz en las instalaciones de CEART Ensenada.

A través de 29 piezas, en las que predomina el formato tradicional y el estilo abstracto, donde el manejo de la materia prima -la pintura- nos trae a la memoria la obra de Álvaro Blancarte, matérica y dotada de volumen, quien fuera su maestro en sus años de formación (entre 2008 y 2010), precisamente, en las asignaturas relacionadas a la pintura.

Aristas es un libro pictórico: los nombres de las piezas son a manera de índice bibliográfico, “1.1, 1.2, 2.1, 2.2, etc”; y sus hojas abren frente a nosotros, invitándonos a permanecer y disfrutar la lectura.

Si el conjunto de obras son un índice, entonces, las piezas “Papel” y “0.1” son nuestra portada y prólogo: billetes triturados mezclado con papel -que son una constante en la mayoría de las piezas- a la manera artesanal, más billetes y un conjunto de balas, algunas detonadas y otras aún útiles: calibres 45, .50 o 223, cartuchos 12 y 7.62×48 (conocida también como cuerno de chivo), algunos de estos utilizados por las fuerzas militares mexicanas, y otros, tradicionalmente, por el crimen organizado.

Aquí, sabemos ya de que habla este libro: violencia, crimen y dinero, elementos que se conjugan para formar una triada maldita y descomponer nuestra seguridad y estabilidad social a lo largo de la república Mexicana. Pero Guevara hace aquí  una pausa y nos sitúa en el contexto local: con su pieza “24 horas de condena” -que presenta una cerradura residencial forzada- ahora ella se presenta como víctima, y desde esa posición, habla.

Empieza con una autocita: En su primer pieza-capítulo -el 1.1- existe una conexion cromática y de técnica con su serie anterior “Tierra de Envero” (2018),  donde se remite al tema de la tierra y el vino de su natal Ensenada. Hace esto para decirnos, que si bien puede hablar de la cara feliz de esta Bella Cenicienta, también puede gritar aquello que pasa después de la medianoche: la tierra que en algún un momento es sinónimo de vida y renacimiento, también puede servir para esconderla y silenciarla; similar a como su pieza “6.2” esconde restos de cabello humano, detectable solo cuando uno -valientemente- da pasos al frente y topa con el cuadro-realidad.

Pero, si de esconder se trata, vemos en sus piezas encabezados tomados de periódicos y semanarios bajacalifornianos, que se muestran, o mejor dicho, se esconden detrás de las capas de pintura que Guevara utiliza para representar gráficas (3.1, 3.2 y 3.3); esas que nos dicen que todo va bien, mientras nosotros -los ciudadanos comunes y corrientes- sabemos que no, no todo va bien.

A lo largo de la exposición, vemos en sus capítulos cromáticos alusiones al dolor, a la desdicha, al luto, todo esto enfatizado con una técnica violenta -que en ningún momento pierde de vista la técnica y el oficio-, donde no hay figuración y no hay belleza explícita, pero ¿Qué más bello que el hablar lo que algunos quisiera no se hablara, y además, hacerlo con un lenguaje universal?.

Si Usted que lee tiene oportunidad de visitar la exposición, le propongo este ejercicio: sitúese al centro de la exposición y vea alrededor, vea texturas, vea grupos de color, vealos. Ahora, lo reto, vea de cerca, ponga atención, lea entre líneas: vea la realidad.

La exposición Aristas de Mariela Ortiz Guevara estará hasta el 12 de noviembre del 2018 en la sala Ernesto Muñoz Acosta de CEART Ensenada.